Santo Domingo- El 13 de diciembre debía ser bautizado como el día de la Homofobia (odio, rechazo y discrimen contra las personas homosexuales), tras la avalancha insensible e inoportuna de comentarios en torno a la muerte trágica del comunicador Claudio Nasco.
El crimen violento no tiene orientación sexual y puede afectar a todos y todas por igual. Hacer mofa y burla de “los pájaros” con un motivo así, es una vergüenza.
Esa ideología homofóbica ha llevado a padres (incluyendo a comunicadores muy destacados) a proclamar “Si un hijo me sale pájaro, lo pico”. Y entonces?
Me sorprendió la forma en que este hecho sangriento, ha sacado lo peor de las personas que no tienen conciencia de la diversidad, tolerancia y aceptación de las personas en sus decisiones personales y en sus orientaciones íntimas.
Me lastimó que gente “consciente”, “progresista” y “clara” en el aspecto social e ideológico se deslizaran por la pendiente morbosa de la homofobia más vergonzante. Las redes sociales (sobre todo Facebook y Twitter) quedan ahí con los comentarios que debían avergonzar a sus autores.
El crimen es el crimen. La violencia es la violencia. Si usted rechaza la homosexualidad, se le ruega que no se meta a eso. Sea heterosexual como hasta ahora, pero dejemos la doble moral y los discursos de postalitas.
Ante una muerte horrible, ante el dolor de una familia, hacer burla es una crueldad. Hágala quien la haga.
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