POR JOHANNA MEDINA
Santo Domingo.- El primer derecho que puede asistir al ser humano es el de la vida, pero que sucede cuando esta se ve afectada por algún problema de salud grave, donde la ciencia no pueda dar soluciones positivas, cuando la persona está condenada a vivir con una enfermedad degenerativa que lo va consumiendo lenta y dolorosamente? O cuando la vida de la persona depende de la conexión de aparatos, como respiradores artificiales, que hacer en esos casos?, acatar el plan divino y esperar que sea Dios quien decida cuando terminara con el sufrimiento de esa persona, o practicar la eutanasia?.
El tema de la eutanasia es bastante controvertible, se refiere al derecho que tiene la persona de acabar o no con su propia vida, algunos diccionarios la definen como la acción o inacción hecha para evitar sufrimientos a personas próximas a su muerte, acelerándola ya sea a sabiendas de la persona o sin su aprobación. Se puede considerar también como el hecho de morir sin experimentar dolor.
Cuando es una eutanasia voluntaria el mismo paciente puede inducirse la muerte sin el conocimiento ni la cooperación de otra persona Puede también ser provocada por otros a petición del enfermo o con su consentimiento.
Pero si se causa la muerte en contra la voluntad del paciente o sin su conocimiento, hablamos entonces de eutanasia involuntarias.
En Octubre de 1939 Adolfo Hitler estableció la eutanasia eugenésica, Más de 80 mil pacientes mentales de Alemania y Australia, epilépticos, débiles mentales y personas deformes, fueron ejecutados en cámaras de gas entre 1940 y 1941, en un principio la idea era terminar solo con los niños, pero luego se elevo la edad.
Muchas han sido las posiciones que se han presentado para defender la Eutanasia dentro de las que se pueden mencionar las siguientes, primero, que la vida de una persona que sufre una enfermedad terminal, ya no es útil para la familia, dos, cuando una persona se encuentra ante dos males tiene que escoger el mal menor, tres, resulta inhumano e insensato conservar la vida de un paciente que ya no quiere vivir más, y cuatro, el hombre que no cree en Dios puede razonablemente concluir que él es el dueño de su propia vida, en consecuencia puede decidir a poner fin a su vida, sin tener que esperar a que Dios decida por él.
Pero, quien tiene derecho a decidir por qué, cómo y cuándo terminar con la vida de una persona sino Dios?.
A pesar de las diversas teorías que se han utilizado para sustentar o apoyar esta acción que no es más que un suicidio asistido, u homicidio cuando lo practica el mismo paciente, Dios ha dejado bien claro que la vida y aun la muerte del ser humano le pertenece a él, que el quita y da vida.
Pero es notable que al pasar de los tiempos el hombre se ha inclinado a buscar lo que es contrario al plan de Dios, a decidir por Dios sin esperar su respuesta, a sugerirle opciones como si el necesitara la ayuda del hombre.
La eutanasia es un crimen a la vida que no se puede ocultar detrás del velo de un gesto de cariño y compasión humanitaria, no se puede justificar bajo de ninguna manera, la vida humana es inviolable, y es un regalo que Dios da en su inmensa misericordia, y él decide cuando poner fin o cuando prolongarla, por ende debe ser preservada bajo cualquier condición, porque siempre es mejor intentar eliminar el sufrimiento humano que eliminar el humano que sufre, pero el humano mal empleando las herramientas que Dios le ha dado, lamentablemente se pasa la vida creando cosas para su propia destrucción.
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