Regalo o gratitud

Por: Rolando Aquino Tejeda

Con el paso de los tiempos las cosas del mundo van de mal en peor. En este contexto quiero referirme a lo que significaba antes y lo que significa hoy día un maestro o una maestra, tanto en la escuela como fuera de ella.

Antes, un maestro o una maestra en la escuela era realmente el segundo padre o la segunda madre de cada estudiante; era una autoridad incuestionable cuyas correcciones en clases casi siempre eran apoyados por los padres  por considerarlas  buenas y válidas, generalmente.

Hoy día el y la docente suele tener algo de autoridad en los dos escenarios ya descritos. Pero si el  o la estudiante decide relatar a los padres algún suceso de una manera incorrecta, con bastante frecuencia se ha visto que dicho padre o madre lo toma como bueno y válido e inmediatamente acude ante el maestro/a  a reclamar.

Otra evidencia de que el trato al maestro y a la maestra ha desmejorado se manifiesta en los regalos hechos el día de la entrega de notas. Generalmente en los colegios los estudiantes suelen ser más proclives que los de escuela (pública) a realizar esta noble acción. No podemos negar que hay colegas que en buen dominicano  “jocean” los regalos pero también, hay una gran parte que lo reciben si se lo dan y si no, sólo lo comentan pero no lo lamentan.

Hay estudiantes que regalan si las calificaciones les son satisfactorias, otros regalan sin importa el resultado de fin de año y también los hay que ni de un modo ni del otro hacen regalo alguno. Lo lamentable del caso es que con bastante frecuencia hijos/as de padres con posibilidades económicas holgadas  retiran la nota y apenas dicen: “gracias maestro, gracias maestra”.

Debemos tener en cuenta qué puede significar un regalo, humilde o pomposo, dado a un maestro o una maestra: puede ser una muestra de gratitud al/la docente, un indicativo de que el o la estudiante es una persona que sabe agradecer o que reconoce el trabajo que realiza el maestro o la maestra. No regalar puede ser la evidencia de actitudes desagradables a la sociedad tanto del/ de la hijo/a como del padre o de la madre. Se podría decir que no regalar el día de la entrega de notas podría convertirse en un antivalor.

Es posible que el maestro o la maestra no merezca un regalo de algunos/as de sus estudiantes pero, no darlo pondría también en tela de juicio los valores que dicho padre o madre le ha inculcado a su hijo o hija.