Por: Dra. Carmen Adames
Dra. Carmen Adames |
Es innegable que la aprobación del 4% del Producto Interno Bruto marcó el inicio para una revolución educativa en nuestro país, que implica una transformación sustancial en cuanto a infraestructura, metodologías de enseñanza y aspectos culturales, hasta lograr una educación con altos estándares de calidad y con equidad.
Estas líneas surgen por un encuentro fortuito que tuve con alumnos de quinto grado con promedio de 10 años de edad, donde intercambie con ellos sobre el dengue y me sorprendió favorablemente la información de calidad que manejan y que obtuvieron en la escuela, sobre todo en los aspectos preventivos de la enfermedad que es lo más importante.
Desde ese momento inicie un proceso de revisión de documentos, de las informaciones publicadas, de las acciones y actividades realizadas en el sector educativo tales como la adecuación de la infraestructura escolar, la tanda extendida, la motivación a los maestros y maestras, a través de capacitaciones, aumentos salarial, realización de concursos de oposición y el fortalecimiento de la participación social en las escuelas.
La puesta en marcha de la revolución educativa, tiene y tendrá repercusiones en la salud de los escolares, no solo por las aulas y espacios adecuados para el aprendizaje, también por los programas ya puestos en marcha como vacunas, desparasitación, asistencia visual, odontología y nutricional. Los mismos actúan directamente sobre las principales causas del bajo nivel en el rendimiento escolar como son enfermedades de la infancia, anemia, dificultad para ver y falta de nutrientes fundamentales para el desarrollo.
Además de estos programas y con la colaboración del Ministerio de Salud, se implementaran programas de promoción de la salud en la escuela, dirigido al personal administrativo, los maestros y maestras, alumnos y padres y amigos de la escuela, estos programas contribuirán a cambiar el enfoque que tradicionalmente se tiene sobre la salud, pasando de la atención de las enfermedades a la prevención de enfermedades y es que la promoción de la salud en las escuelas promueve conductas, hábitos y costumbres para la adopción de estilos de vida saludables y prevención de enfermedades mediante un método participativo e integral que incluyen actividades físicas y recreación como contempla la tanda extendida.
Los cambios en el perfil epidemiológico en la Republica Dominicana donde hemos pasado de tener una prevalencia de enfermedades infecciosas transmisibles a tener más enfermedades crónicas no transmisibles, como obesidad, diabetes, trastornos cardiovasculares, principalmente justifican este abordaje desde las escuelas. La educación para la salud tiene vital importancia porque contribuye a modificar conductas, mejorar la salud, la autoestima y estilos de vida saludable que hace menos probable tener una enfermedad o discapacidad.
El impacto de una intervención en salud debe ser evaluado a través de indicadores medibles sé que en su momento tendremos estos resultados pero sin lugar a dudas que por lo antes expuesto y todas las acciones que aún faltan por implementar en la revolución educativa, esta impactará positivamente la salud de la comunidad escolar, quienes además de saber aprenderán a saber qué hacer.
0 comentarios:
Publicar un comentario