España- El paisaje político de la Unión Europea se transformó radicalmente en 12 meses: el primer ministro británico David Cameron dimitió. También lo hizo italiano, Matteo Renzi. Y el presidente francés, François Hollande, anunció su despedida. Además, Reino Unido, uno de los miembros clave de la Unión, dijo adiós al grupo.
2016 fue sin duda un año de cambios en Europa. 2017 puede ser crucial.
Francia y Alemania, los dos principales países del bloque por población y peso económico y político, renovarán sus gobiernos en mayo y septiembre respectivamente.
También lo harán Holanda en marzo y República Checa en octubre.
Y en Italia, el futuro político es incierto después de la renuncia de Renzi tras perder el referendo de reforma constitucional celebrado el pasado 4 de diciembre. Si no se logra la formación de un nuevo gobierno, también la tercera economía de la eurozona podría convocar elecciones anticipadas en 2017.
La "batalla" por París
Sin embargo, por el momento, parece ser en París donde se juega la partida política más compleja.
"Gran parte de la atención estará puesta en Francia. El Frente Nacional es una amenaza potencial para los partidos tradicionales en las elecciones presidenciales. Han adoptado una posición muy euroescéptica y Marine Le Pen habló de un referendo sobre la permanencia en la Unión Europea. En el clima político actual no se puede saber qué sucederá, pero si ocurriera, sería muy perjudicial para la UE", dice Thomas Christensen, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Maastrich, en Holanda.
"En cambio, en Alemania, uno esperaría un mayor grado de continuidad tras las elecciones. Aquí, que el gobierno actual cambie es bastante improbable", agrega en conversación con BBC Mundo.
En Francia, la primera vuelta de las elecciones presidenciales tendrá lugar el domingo 23 de abril. El balotaje se celebrará el 7 de mayo.
¿Una presidenta de ultraderecha?
El actual presidente, el socialista François Hollande ya anunció que no concurrirá a los comicios. Pero su partido, que celebrará las primarias en enero, aún no tiene candidato.
François Fillon, candidato de los republicanos, el principal grupo de la oposición conservadora, lidera las encuestas con algo menos del 30% de intención de voto. A un solo punto se sitúa Marine LePen, del ultraderechista Frente Nacional.
De mantenerse esta tendencia en los próximos meses, Francia se verá abocada a una segunda vuelta que en enfrentará a quien fuera primer ministro entre 2007 y 2012 durante la presidencia de Nicolas Sarkozy y a la hija del histórico líder ultraderechista Jean Marie Le Pen.
Ante ese escenario hipotético, los expertos consultados creen improbable que Le Pen alcance la presidencia francesa.
"En Francia, el hecho de que haya dos vueltas presidenciales hace mucho más posible que haya un pacto entre el resto de fuerzas para no apoyar al candidato de extrema derecha", apunta Pol Morillas, investigador principal sobre Europa del Centro para Asuntos Internacionales de Barcelona (CIDOB).
Xenófobos y euroescépticos
El crecimiento de los movimientos ultraderechistas de carácter xenófobo y generalmente euroescépticos planea sobre las principales citas electorales europeas en 2017.
Sin embargo, señalan los expertos, el factor "sorpresa" propio de los referendos -donde se elige únicamente entre dos opciones- es menor en las elecciones generales o presidenciales. En estas, el voto puede ser más variado y se abre después la posibilidad de establecer coaliciones y pactos.
Y este proceso reduce las opciones de llegar al poder de los grupos de extrema derecha. No solo en Francia.
"En Holanda es muy probable que Wilders (líder del ultraderechista Partido de la Libertad) saque un buen resultado. Pero el sistema ultraproporcional holandés permitirá pactos que podrán dejar fuera del gobierno y de la influencia directa a la extrema derecha", indica Morillas.
"En el caso de Alemania es poco probable que Alternativa por Alemania (otro grupo de ultraderecha) tenga un peso fuerte. Por el momento parece que Angela Merkel continuará siendo canciller", afirma.
Sondeos recientes otorgan una amplia ventaja a la actual mandataria con un 35% de intención de voto frente al 22%del Partido Socialista Alemán y el 13%de Alternativa por Alemania.
Problemas que traspasan fronteras
Pero, ¿cuáles son los grandes temas de fondo de estas elecciones? ¿Existen asuntos que afecten al conjunto de Europa que vayan más allá del interés nacional y de las fronteras estatales?
"Mirando a la UE en su conjunto, uno ve cuestiones compartidas: las desigualdades sociales y las políticas de austeridad por un lado y la inmigración e integración de minorías por otro. Ambos asuntos se asocian a la pertenencia a la UE. De hecho, existe una tendencia común donde los movimientos populistas intentan vincular Europa con los desafíos a las que se enfrenta la población en cuestiones internas de los países", indica Christensen.
El profesor Richard Whitman, director del Centro Europa Global de la Universidad de Kent, en Reino Unido, coincide en que las actitudes frente a la inmigración y los demandantes de asilo serán cuestiones electorales clave.
Y suma dos temas de política exterior a la lista de preocupaciones comunes europeas.
"Las relaciones con Estados Unidos, que quizá no será un gran tema de campaña, pero será importante para las personas que resulten elegidas: cómo se quieren relacionar con el gobierno de Trump. Y otra cuestión será probablemente el Brexit. Tampoco como tema principal de campaña, pero sí en relación a cómo se gestionará la salida de Reino Unido de la UE. Hay partidos, como el Frente Nacional, que harán campaña por establecer una relación diferente entre Francia y la UE si ganan. Y esta es una cuestión existencial para la UE", sugiere.
Los (inesperados) efectos del Brexit
La inesperada victoria del sí en el referendo sobre la salida de Reino Unido de la UE, celebrado en junio de 2016, fue el mayor triunfo de los euroescépticos hasta la fecha.
En los meses siguientes se habló de una crisis profunda en el proyecto europeo. Sin embargo, medio año después, el resultado del Brexit podría tener un efecto contrario dentro de la Unión.
"El referendo en Reino Unido y los problemas que ha desencadenado está siendo un toque de atención para la población en toda Europa. Según las encuestas que vi, desde el verano, las actitudes hacia la UE son más positivas. La gente se dio cuenta de qué está potencialmente en juego si se abandona la UE", sugiere Christensen.
"Creo que lo que uno espera de 2017 desde el punto de vista de la UE ver si realmente los tres grandes países que quedan después del Brexit, Francia, Alemania e Italia, seguirán siendo apoyos estables del proyecto europeo. En este sentido, 2017 es un año muy decisivo para la Unión", concluye el experto.
Fuente: BBC Mundo
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