Panamá .- El anuncio hoy del compromiso de Estados Unidos para destruir ocho municiones químicas abandonadas ilegalmente por su ejército en la panameña isla San José, es solo parte del arsenal sin detonar dejados tras su retirada en 1999.
La operación, que se realizará en el último cuatrimestre de 2017, responde a una propuesta de Panamá respaldada por el Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), radicada en La Haya, capital de Países Bajos, informó aquí la cancillería panameña.
Este es el resultado de un acuerdo de cooperación bilateral, con base en la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su destrucción, e incluye el financiamiento y la ejecución por la nación norteña, aseveró la fuente.
Las municiones fueron identificadas en una inspección técnica de la OPAQ, organismo que se encargará del monitoreo y verificación durante el operativo que se realizará entre los meses de septiembre y noviembre, y durará entre seis y ocho semanas, detalló la cancillería istmeña.
La isla San José es la segunda mayor en el archipiélago de Las Perlas, ubicado en el golfo de Panamá, en el océano Pacífico, a 80 kilómetros de la entrada del canal transístmico y tiene unos 44 kilómetros cuadrados de extensión, parte de los cuales se explota en el turismo.
Cuando firmó el tratado de prohibición de armas químicas en 1997, Estados Unidos mintió al declarar que no disponía de armas químicas fuera de su propio territorio, por lo que el reclamo de Panamá ante La Haya molestó al gobierno estadounidense que en 2013 se comprometió a destruirlas.
Pero puso como condición que los istmeños modificaran la demanda que decía armas ’dejadas’ y debía cambiar por ’olvidadas’, modificación semántica que permitiría a Washington eludir posibles consecuencias jurídicas internacionales de su declaración falsa, reveló en 2013 el sitio digital Voltairenet.
Un inventario realizado por Panamá en 2002 demostró la existencia de importantes cantidades de armas y municiones químicas al menos en 16 puntos del territorio panameño, utilizados por el Pentágono para ensayos de ese tipo, según la fuente.
Entre mayo de 1944 y fines de 1947 se realizaron más de 130 pruebas químicas en la isla San José, de las cuales solo se documentaron 18, donde detonaron unas cuatro mil 397 municiones con cloruro de cianógeno, mostaza o fosfógeno, denunció en 2014 el sitio digital chileno 3y4Alamos.
En julio del pasado año, el multimedio local Claramente documentó en videos y fotos el arsenal abandonado en las inmediaciones del poblado de Huile, cercano a la ribera oeste del canal de Panamá, donde el peligro es constante para los habitantes, mayormente para los niños que no identifican las municiones.
Otros lugares utilizados por el ejército colonial estadounidense de ocupación fueron las islas Iguana, en el Pacífico, y Piña, en el lago Gatún, principal embalse para la operación de la ruta fluvial interoceánica.
La operación, que se realizará en el último cuatrimestre de 2017, responde a una propuesta de Panamá respaldada por el Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), radicada en La Haya, capital de Países Bajos, informó aquí la cancillería panameña.
Este es el resultado de un acuerdo de cooperación bilateral, con base en la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su destrucción, e incluye el financiamiento y la ejecución por la nación norteña, aseveró la fuente.
Las municiones fueron identificadas en una inspección técnica de la OPAQ, organismo que se encargará del monitoreo y verificación durante el operativo que se realizará entre los meses de septiembre y noviembre, y durará entre seis y ocho semanas, detalló la cancillería istmeña.
La isla San José es la segunda mayor en el archipiélago de Las Perlas, ubicado en el golfo de Panamá, en el océano Pacífico, a 80 kilómetros de la entrada del canal transístmico y tiene unos 44 kilómetros cuadrados de extensión, parte de los cuales se explota en el turismo.
Cuando firmó el tratado de prohibición de armas químicas en 1997, Estados Unidos mintió al declarar que no disponía de armas químicas fuera de su propio territorio, por lo que el reclamo de Panamá ante La Haya molestó al gobierno estadounidense que en 2013 se comprometió a destruirlas.
Pero puso como condición que los istmeños modificaran la demanda que decía armas ’dejadas’ y debía cambiar por ’olvidadas’, modificación semántica que permitiría a Washington eludir posibles consecuencias jurídicas internacionales de su declaración falsa, reveló en 2013 el sitio digital Voltairenet.
Un inventario realizado por Panamá en 2002 demostró la existencia de importantes cantidades de armas y municiones químicas al menos en 16 puntos del territorio panameño, utilizados por el Pentágono para ensayos de ese tipo, según la fuente.
Entre mayo de 1944 y fines de 1947 se realizaron más de 130 pruebas químicas en la isla San José, de las cuales solo se documentaron 18, donde detonaron unas cuatro mil 397 municiones con cloruro de cianógeno, mostaza o fosfógeno, denunció en 2014 el sitio digital chileno 3y4Alamos.
En julio del pasado año, el multimedio local Claramente documentó en videos y fotos el arsenal abandonado en las inmediaciones del poblado de Huile, cercano a la ribera oeste del canal de Panamá, donde el peligro es constante para los habitantes, mayormente para los niños que no identifican las municiones.
Otros lugares utilizados por el ejército colonial estadounidense de ocupación fueron las islas Iguana, en el Pacífico, y Piña, en el lago Gatún, principal embalse para la operación de la ruta fluvial interoceánica.
Fuente: Prensa Latina
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