El Ministerio de Relaciones exteriores informó ayer que el Gobierno no suscribirá el Pacto Global sobre los Refugiados que será conocido este lunes durante la Sesión Plenaria de la 73 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. Resalta que aunque la República Dominicana se identifica con el espíritu del acuerdo, algunos de los principios del Pacto están sustentados en dos instrumentos internacionales de los cuales la República Dominicana no es parte, como son la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954 y la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961, que, si bien esta última fue firmada por el país el 5 de diciembre de 1961, no se ha producido su ratificación.
“Esta situación obliga a estudiar a fondo los compromisos que se derivan de dichas convenciones y si estos se ajustan a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico dominicano, ya que todo lo concerniente a refugiados y migrantes debe ser interpretado y aplicado conforme a los derechos y garantías fundamentales consagrados en la Constitución y en los tratados internacionales debidamente ratificados por el Estado dominicano”.
Resalta que en el territorio nacional solo el Estado dominicano puede conceder la condición de refugiado y que dicho acuerdo podría afectar la capacidad del país para acoger cantidades considerables de personas susceptibles de ser declaradas como refugiados conforme al nuevo estatuto internacional.
“Un aspecto particularmente sensible es la formulación contenida en el Pacto en el sentido de que si bien el clima, la degradación ambiental y los desastres naturales no provocan, en sí mismos, los desplazamientos de refugiados, dichos fenómenos interactúan cada vez más con las causas de estos movimientos. Dadas las características particulares de la República Dominicana, adoptar una definición tan abierta de la condición de refugiado podría ser contrario al interés nacional”.
Pacto generó amplio rechazo
Al igual que el Pacto Mundial para la Migración de la ONU, el cual cosechó el rechazo de un amplio sector de la sociedad y que obligó al Gobierno a abstenerse de su firma, el Pacto Mundial sobre Refugiados, auspiciado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), recibió duras críticas por entender que abriría las puertas a la entrada de miles de haitianos, en calidad de refugiados, lo que generaría consecuencias nefastas para la soberanía.
Al igual que el Pacto Mundial para la Migración de la ONU, el cual cosechó el rechazo de un amplio sector de la sociedad y que obligó al Gobierno a abstenerse de su firma, el Pacto Mundial sobre Refugiados, auspiciado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), recibió duras críticas por entender que abriría las puertas a la entrada de miles de haitianos, en calidad de refugiados, lo que generaría consecuencias nefastas para la soberanía.
Plan de Derechos Humanos del país
No obstante al rechazo, la Cancillería presentó la semana pasada el Plan Nacional de Derechos Humanos que contempla a garantizar los derechos de los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, que entre otros beneficios, prevé “garantizar que los refugiados y solicitantes de asilo disfruten plenamente de la debida documentación y de sus derechos económicos, sociales y culturales incluyendo el acceso a educación, salud y vivienda de calidad”.
No obstante al rechazo, la Cancillería presentó la semana pasada el Plan Nacional de Derechos Humanos que contempla a garantizar los derechos de los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, que entre otros beneficios, prevé “garantizar que los refugiados y solicitantes de asilo disfruten plenamente de la debida documentación y de sus derechos económicos, sociales y culturales incluyendo el acceso a educación, salud y vivienda de calidad”.
Fuente; El Caribe
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