Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del viernes) es de 850 nuevos decesos y 21.436 contagios más que el miércoles.
El estado de Nueva York se mantiene como la zona de EE.UU. más castigada desde el comienzo de la pandemia con 381,000 casos confirmados y 24,442 fallecidos. Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 17,193 personas.
Al comienzo de la pandemia, Nueva York se convirtió en el epicentro y a mediados de abril llegó a registrar 10,000 casos al día; pero, en las últimas semanas, ha conseguido frenar el avance del virus con medidas de aislamiento y, actualmente, solo se registran unos mil casos nuevos cada jornada.
En término de número de casos, a Nueva York le siguen el vecino estado de Nueva Jersey con 166,000 casos confirmados y 12,443 fallecidos; seguido ahora por California, que se ha convertido en uno de los nuevos focos de la pandemia con 133,000 contagios y 4,697 decesos, según datos de este jueves.
Estados con tasas más altas
Además, varios estados que apenas habían sufrido el impacto de la pandemia, ahora están experimentando altas tasas de infecciones.
En concreto, en la última semana la cifras de nuevos casos han vuelto a dispararse en más de un tercio de los 50 estados del país: Alaska, Arizona, Arkansas, Carolina del Norte y del Sur, Dakota del Norte y del Sur, Florida, Georgia, Hawái, Kentucky, Michigan, Nevada, Nuevo México, Oklahoma, Oregón, Utah, Vermont y Washington.
Por ejemplo, Georgia, uno de los primeros estados que reabrió su economía, este jueves registró 933 nuevos casos, la mayor cifra desde el 1 de mayo y que supone un incremento del 37% con respecto a los siete días anteriores. De hecho, en los últimos tres días, 167 personas han muerto por el coronavirus en ese estado.
Otro ejemplo de este nuevo fenómeno es Florida con 1.698 nuevos contagios este jueves, lo que supone una cifra récord y supera los 1,491 del 4 de junio.
Alabama también registró este jueves la cifra récord de 848 nuevas infecciones, lo que supone un incremento del 93 % con respecto a la media de la última semana.
Los expertos médicos han atribuido muchos de esos incrementos a la reapertura de la economía de algunos estados coincidiendo con el Memorial Day, que tradicionalmente da inicio a la temporada de verano en EE.UU.
El balance provisional de fallecidos -113,700- superó ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100,000 y 240,000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50,000 y los 60,000 fallecidos, aunque en sus últimos cálculos auguró ya hasta 110,000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para inicios de agosto habrá dejado más de 145,000 muertes en Estados Unidos.
Fuente: EFE
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