Y ahora qué señor Presidente

Por Andrea Ramírez

Andrea Ramírez

Es indignante ver como la delincuencia, la exclusión social, los altos costos de la vida, el desempleo, los feminicidios,  entre otros males sociales están acabando con nuestras comunidades a nivel nacional y nadie dice nada.

Nuestros barrios se hunden en el más profundo olvido, los jóvenes no saben a qué santo aclamar,  terminan su bachillerato y muchos no ingresan a las universidades por faltas de recursos, situaciación que en la mayoría de los casos los obliga a delinquir o emigrar a otro país.

No existe una política de juventud que integre a los jóvenes al área laboral, provocando esto estancamiento y frustración en los mismos.

Y que decir de los jóvenes profesionales, son muchos los que salen de nuestras universidades con la mano en la cabeza, cargados de preocupaciones porque no tienen empleo ya que este es el ´´país de las relaciones´´, si no eres hijo de fulano de tal son muy escasas tus oportunidades.

El costo de la canasta familiar cada día es más insoportable, no existe control de precio en nuestro país y cada vez que acudimos al supermercado podemos notar como los artículos de primera necesidad son inasequibles hasta para las personas que tienen un trabajo estable.

Me duele el alma cada vez que leo un titular de un periódico que dice que un joven se quitó la vida.

Me duele el alma cuando leo que delincuentes le quitaron la vida a una persona para quitarles sus pertenencias.

Me duele el alma cuando leo que un hombre asesinó a su esposa.

Me duele el alma cuando veo tanta desigualdad social, crisis, desesperación, falta de voluntad política y el clamor de un pueblo que sufre y padece en el más profundo del silencio con la esperanza de que todo puede cambiar.

Y me pregunto, después de los acuerdos políticos ya realizados, qué harán nuestras autoridades para mejorar la situación de  inestabilidad e  inseguridad en la que se encuentra nuestro país y para mejorar todos los males antes mencionados que nos golpean cada día.