Santo Domingo .- No muchos podrían imaginarse que entre las cárceles de Najayo hombre y Najayo mujeres existe una modalidad del lenguaje de señas al que nombran “carpinteo”. Y que a través de este modo han nacido grandes historias de amor como la que cuenta la película “Carpinteros”, de José María Cabral, que se estrena este 4 mayo, tras haber llegado a cuatro festivales internacionales y ganar varios premios.
Según el joven cineasta, quien además es el guionista, se trata de su mejor historia, que le permitió vivir momentos inolvidables al ser valorada en festivales extranjeros en su naciente carrera como director de cine.
Cabral nunca tuvo la inquietud de filmar este inquietante y revelador drama. Cuenta que un amigo lo invitó a conocer cómo se comunican los internos de una cárcel a otra en Najayo.
Llegó por curiosidad. Dice que le impresionó lo que vio, mas no le convenció para contar una historia. Así que se fue a la cárcel de La Victoria y lo vivido allí lo sacudió, pero no sabía cómo expresarlo porque ya se habían presentado muchos documentales sobre las cárceles. Así que entendió que la mejor manera era recurrir a la ficción y contar una historia de amor real, y es así como se muestra en la pantalla el drama de Julián y Yanelly, quienes un viven un amor desde las ventanas y el patio de las distintas cárceles. Una relación que deben tener a escondidas de Manaury, un hombre peligroso que también “carpintea” con Yanelly.
Para lograr el realismo de la historia Cabral se internó nueve meses en la cárcel de Najayo conociendo y aprendiendo de la vida entorno a todo lo que sucede en los recintos. Realizando un casting con los internos y los actores.
Durante esos nueve meses grabó con un celular todas las escenas, y para luego entrar con todo el crew y los equipos de filmación a la cárcel. Los actores Judith Rodríguez (Yanelly), Ramón Emilio Candelario (Manaury) y Jean Jean (Julián Sosa), quien se integró cuatro meses después de la filmación, protagonizan el filme que promete continuar el crecimiento de la industria del cine en el país.
Experiencia
Adentrarse en la piel de cada uno de los personajes para los actores fue una ardua tarea.
En el caso de Judith, quien hace de Yanelly, debe presentarle al espectador a esa verdadera mujer que se enamora de Julián, a sabiendas del peligro al que se exponen. Para aprender “carpinteo” hablar por señas tuvo que estudiar meticulosamente a cada uno de los movimientos de los dedos, las manos, los gestos de la cara, la nariz, los ojos, el lenguaje del cuerpo.
“Me obsesioné con el carpinteo, hablaba en señas hasta con mi hija de dos años. Debía lograr un personaje totalmente creíble porque estoy encarnando la historia de una mujer que está ahí en la cárcel y que, al igual que ella, otras también tienen historias de amor similares”, reveló la actriz.
Un momento difícil para Judith también fue la escena en donde debe lograr una masturbación. Dijo que tuvo momentos en el que lo dudó porque se trataba de invadir el espacio en donde las internas de seguro también tienen este tipo de satisfacción personal.
Según el joven cineasta, quien además es el guionista, se trata de su mejor historia, que le permitió vivir momentos inolvidables al ser valorada en festivales extranjeros en su naciente carrera como director de cine.
Cabral nunca tuvo la inquietud de filmar este inquietante y revelador drama. Cuenta que un amigo lo invitó a conocer cómo se comunican los internos de una cárcel a otra en Najayo.
Llegó por curiosidad. Dice que le impresionó lo que vio, mas no le convenció para contar una historia. Así que se fue a la cárcel de La Victoria y lo vivido allí lo sacudió, pero no sabía cómo expresarlo porque ya se habían presentado muchos documentales sobre las cárceles. Así que entendió que la mejor manera era recurrir a la ficción y contar una historia de amor real, y es así como se muestra en la pantalla el drama de Julián y Yanelly, quienes un viven un amor desde las ventanas y el patio de las distintas cárceles. Una relación que deben tener a escondidas de Manaury, un hombre peligroso que también “carpintea” con Yanelly.
Para lograr el realismo de la historia Cabral se internó nueve meses en la cárcel de Najayo conociendo y aprendiendo de la vida entorno a todo lo que sucede en los recintos. Realizando un casting con los internos y los actores.
Durante esos nueve meses grabó con un celular todas las escenas, y para luego entrar con todo el crew y los equipos de filmación a la cárcel. Los actores Judith Rodríguez (Yanelly), Ramón Emilio Candelario (Manaury) y Jean Jean (Julián Sosa), quien se integró cuatro meses después de la filmación, protagonizan el filme que promete continuar el crecimiento de la industria del cine en el país.
Experiencia
Adentrarse en la piel de cada uno de los personajes para los actores fue una ardua tarea.
En el caso de Judith, quien hace de Yanelly, debe presentarle al espectador a esa verdadera mujer que se enamora de Julián, a sabiendas del peligro al que se exponen. Para aprender “carpinteo” hablar por señas tuvo que estudiar meticulosamente a cada uno de los movimientos de los dedos, las manos, los gestos de la cara, la nariz, los ojos, el lenguaje del cuerpo.
“Me obsesioné con el carpinteo, hablaba en señas hasta con mi hija de dos años. Debía lograr un personaje totalmente creíble porque estoy encarnando la historia de una mujer que está ahí en la cárcel y que, al igual que ella, otras también tienen historias de amor similares”, reveló la actriz.
Un momento difícil para Judith también fue la escena en donde debe lograr una masturbación. Dijo que tuvo momentos en el que lo dudó porque se trataba de invadir el espacio en donde las internas de seguro también tienen este tipo de satisfacción personal.
Fuente: Listín Diario
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